¿Sabes? Hace tiempo que temo tus inviernos. Llegan sin avisar, de forma súbita, cuando menos los espero.
Un día noto tu mirada esquiva, tus gestos destemplados, tu abrazo escurridizo; y al siguiente todo es hielo.
Hielo que me invade, alcanzando todos mis rincones, dejando mi vida en suspenso, y haciéndome echar de menos los días en que solo compartíamos verano.
Pero no te culpo.
Sin darme cuenta, he dejado que la vida nos enfríe.
Sin darme cuenta, he dejado de alimentar nuestro calor.
Ha sido sin darme cuenta. Lo juro.
Déjame hacerte una promesa. Una última promesa. Te prometo que seguiré aquí, tal y como ahora me ves, esperando a que encuentres el momento de volverme a regalar tus veranos.

Estudió ingeniería y diseño gráfico, aunque su pasión siempre ha sido la literatura. Escribe sus reflexiones en forma de cartas a su hija y en su blog personal. Publica la newsletter semanal La mala artista. Escribe relatos y está preparando su primera novela.
Mariate magnífica definición de la monotonía que sin darnos cuenta se apodera de nuestra vida.