Anoche soñé retroceder
al vientre fecundado
de mi madre
y pude comprobar
dentro de su propio útero
mi corazón latiendo
junto al suyo.
Por un segundo me observé
plácidamente adormecida
girando alrededor
de cada fase lunar.
que va sumando el calendario.
Al final del sueño me desperté
convertida básicamente
en un diminuto
y fértil
ovocito.

Tras varias antologías publicadas, algún premio que otro y, un primer libro en solitario “Matices” permanezco en puro aprendizaje, alimentándome de letras frescas, sonoras y persuasivas, pues la negra tinta me hizo adicta, así sin más palabras. Puedes leerme en este blog y en este otro.