El túnel

Por 6 septiembre 2019 Relatos

Caminaba por el túnel hacia la luz. A mi alrededor todo estaba oscuro. No podía distinguir nada, solo allá, al fondo, la luz. Tuve un vago recuerdo de haber estado allí antes, pero en otra dirección. Aunque estaba un poco desorientada, quizás no fuera el mismo túnel. El otro era más fácil de recorrer, y me parecía recordar que más amplio. ¿Cuánto hacía de eso? Posiblemente muchos años, el tiempo allí no existe. Es extraño en la luz no tenía recuerdos, pero cuando me dirigía a ella recordaba vejez, llantos y luego descanso. En esta ocasión, sin embargo, me estaba costando mucho más. El túnel era muy estrecho, las paredes me oprimían y tenía que hacer un gran esfuerzo para seguir adelante a pesar de que una fuerza me empujaba. No sabía qué estaba sucediendo, había dolor y quejidos. Estaba llegando. Ya percibía la claridad a través de mis párpados y sabía que la última vez no fue igual. Pero entonces algo desgarró mi pecho y no puede evitar lanzar un grito estremecedor. Y lloré, lloré hasta que alguien me colocó sobre el pecho de mi madre. Su abrazo cálido y tierno me calmó. Su voz dulce y agotada me decía cosas preciosas que me sosegaban. Una lágrima de mi padre precedió al beso que depositó en mi frente y entonces pude recordarlo todo con claridad: Había vuelto a nacer. Era la tercera vez, así que ya había recorrido el túnel otras veces en ambas direcciones. No me importó, porque sabía que lo olvidaría de nuevo en cuanto me quedase dormida.

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