Volvemos a la tierra,
a la tierra donde nacimos,
volvemos, sí, a la tierra,
a la tierra tal y como vinimos.
Nacimos en cueros y llorando,
nos vamos cansados y desnudos,
revueltos en seda o tiritando en gris ceniza.
Poso espolvoreado en caminos,
y huellas marcadas en los pasos,
andamos algunos intentando metas
y buscamos tiempos no declarados.
Nacemos en cueros y desnudos nos vamos,
vivimos en la avaricia
y con ella nos lapidamos,
vivimos en la pobreza
y con ella nos vamos,
limpios de alma y sin perfumes,
ajados, sin sueño gloriosos
pero igual que los sueños,
de polvo venimos y en polvo nos vamos.
Venimos del cansancio
y descansado nos vamos,
despacio, pero cansados mas,
volvemos al espacio, ligeros y liberados,
con espíritu abierto y momentos inacabados.
¿Qué más da dónde, si acabamos enterrados?
Ligeros vamos los pobres pero siempre equilibrados,
pesados se van los ricos, pesados y adulterados,
quedamos en frágil tierra,
ellos, en mármol rígido y pesado,
los pobres entre arapajos y los ricos encorsetados.
Nosotros volamos libres
ellos enlapidados,
Nosotros como vinimos, en cueros y liberados,
ellos… desnudos y ensortijados.

Ramón Rodríguez nació en Liétor en 1956. Su infancia transcurrió entre la escuela y la huerta. Desde muy niño le nació la pasión por la poesía leyendo a Miguel Hernández, Espronceda y Neruda. Acaba de publicar “Liétor, el balcón del mundo”.