Tertulias alpujarreñas
que en la fuente de La Placeta
cuatro caños acompañan.
Unas veces sois memoria
porque los mayores
sus recuerdos relatan.
Otras veces el sonido del agua
es testigo notorio
de lo que los jóvenes hablan.
Y hasta los niños se empapan
durante su convivencia diaria
en tus cristalinas aguas.
¡Oh! Escalerillas del Congreso
donde sin poner mucho empeño
puedes debatir el progreso
sentándote en tu escaño.
Sois fiel testigo
de historias y secretos
que comentados con respeto
enriquecen a este pueblo.
Por eso en tus corrillos hay variedad
unos llegan y otros se van con libertad
aunque lo que oigan
no sea su verdad.
Fuente de La Placeta
que con tus cuatro caños hilvanas
conversaciones importantes
y otras menos, pero siempre sanas.
Quisiera llevarte conmigo
para contagiar de tertulias
a mi familia y a los amigos
allá donde resido.
Y que seas vehículo y bisagra
con tu tintinear sonido
que tanto fluye la palabra.
La Placeta y las escalerillas del Congreso
sin el ruido del agua
no serían nada de eso.
¿O serán las escalerillas
quienes enaltecen la palabra
y La Placeta solo la acompaña?
Pues tengo dudas de que tanto se hablara
en las escalerillas solo con el sonar del agua
si La Placeta no las contorneara.
Llego a la conclusión sencilla
de que no habría tertulia completa
sino al son del agua de La Placeta
y ocupados los escaños de las escalerillas.
Maravillosa Cástaras
que sólo con La Placeta, las escalerillas y el agua
a sus habitantes hermana
repartiendo generosamente la palabra.
Fuente de los cuatro caños,
de Cástaras la más surtida,
cien años te seguiré escuchando
para seguirme comunicando.
Esta última noche… larga,
he dado yo todas las campanadas,
mientras en La Placeta
al principio discurrían Congreso y agua;
pero al final solo tú sonabas
fuente de los cuatro caños
que me has robado el sueño y
a mi alma has vuelto campana.
Solo a las ocho rendido he faltado a la cita,
dejándote sola bendita agua,
siendo tú único testigo de las ocho campanadas
que la Torre de la Iglesia daba.

Nació en Barcelona el 27 de Agosto de 1947. A los 23 años se trasladó a Elda y aquí, en este valle, y entre nuestras montañas ha discurrido su vida y ha elaborado sus relatos y poemas. Tiene un par de antologías poéticas editadas con compañeros y el 23 de marzo de 2019 presenta su poemario “Entre romeros y espartos”.